En nuestro país, y en nuestra provincia en particular, desde hace años vemos a la deserción escolar como un problema que crece y se agudizará después de mantener cerradas las aulas durante más de 6 meses.
Las comparaciones siempre resultan odiosas, sobre todo cuando comparamos países del primer mundo con el sub desarrollo o aún aquellos en vías de desarrollarse. Veamos entonces qué pasó entre pares del Primer mundo.
"Suecia mantuvo abiertos los colegios, pero NO sus vecinos nórdicos -Noruega, Dinamarca y Finlandia-, que son muy parecidos en términos socioculturales, políticos y económicos.
Modelos divergentes
Entre el 18 de marzo y el 13 de mayo, mientras los niños suecos seguían asistiendo a clase, los finlandeses permanecieron en sus hogares. Pero viendo los datos epidemiológicos de uno y otro país no habría forma de adivinar en cuál las escuelas estuvieron abiertas y en cuál se cerraron. Entre el 1 de marzo y el 14 de junio -cuando comenzó el receso escolar de verano-, Finlandia registró 96 casos de coronavirus en niños de entre uno y cinco años, lo que da una tasa de incidencia de 36 cada 100.000 habitantes. En el mismo período, Suecia sumó 98 casos, lo que supone una tasa de 16 cada 100.000, con dos internaciones en cuidados intensivos (UCI). En ninguno de los dos se produjeron muertes en ese grupo.
En lo que respecta a niños de entre seis y 15 años, Finlandia sumó 257 casos (42 cada 100.000), frente a 360 de Suecia (30 cada 100.000), que además tuvo seis en UCI, pero ningún deceso. En el grupo de jóvenes de entre 16 y 19 años, que en ambos países cursaron de manera remota, Finlandia sumó 231 positivos (98 cada 100.000), con un caso en UCI; y Suecia sumó 680 (150 cada 100.000), con 6 en UCI. Tampoco en este segmento se reportaron fallecimientos.
Esta comparación se vuelve aún más significativa cuando se considera que no se trata de países que fueron afectados de la misma manera por la pandemia: en Suecia murieron más de 5.700 personas de COVID-19, frente a apenas 330 en Finlandia. La tasa de mortalidad por habitante es de 570 por millón en un caso y 60 en el otro, una relación de 10 a 1.
No obstante, si se mira sólo a los niños, no se encuentran diferencias significativas. O sí: los suecos pudieron seguir aprendiendo y socializando con sus compañeros; los finlandeses pasaron dos meses casi sin salir de sus casas.
Para sumar incluso más respaldo a la hipótesis cada vez más dominante de que niños y escuelas tienen un rol marginal en la propagación del COVID-19, el Instituto Finlandés de Salud y Bienestar informó que no registró ningún salto en la tasa semanal de contagios entre el 14 y el 31 de mayo, cuando los alumnos volvieron a clase. Lo mismo ocurrió en Dinamarca y en Noruega tras la reapertura de las escuelas."(Forbes Argentina).
Mientras tanto en estas latitudes los menores ni siquiera pudieron salir de sus hogares por 90 días, otro récord mundial del cual no deberíamos enorgullecernos.
La Ciudad de Buenos Aires presentó no uno, sino dos diferentes protocolos para el retorno de los 6500 chicos y chicas que no pudieron siquiera asistir virtualmente, ahora incluso apostando a la utilización de espacios al aire libre. La entrega de tabletas y notebooks con material pregrabado propuesta por el gobierno nacional, a quienes no pueden acceder hoy a la educación nunca podrá reemplazar la presencia docente, es simplemente insuficiente, aún dotándolos de conectividad. Como pedirles que acompañen a sus hijos en el cursado de materias, a madres y padres en barrios vulnerables (que hacen el mayor de los esfuerzos) para que sus hijos aprendan lo que ellos muchas veces desconocen.
Algunos municipios comenzaron las clases en el interior de provincias con baja propagación del virus, sin embargo, la repercusión mediática fue casi inexistente comparativamente con la campaña del miedo que ocupó cada renglón de la prensa escrita y cada minuto en radio y televisión, con la CUARENTENA como arma casi excluyente para combatir al COVID 19.
Son más de 70 los municipios en #PBA que se encuentran en Fase 4 o 5, viviendo la "nueva normalidad" aunque aún con restricciones, mientras los chicos se juntan en plazas y parques, en núcleos que muchas veces tienen que ver con la escuela, resulta paradójico que allí no podamos crear los espacios cuidados y controlados para que se eduquen y crezcan en lo social.
Las manifestaciones negativas de los gremios no son solo algo local, también fue dura la pelea en Europa, sin embargo, con casi 200 días de cuarentena extendida hasta el 11 de octubre, no se entiende como los Docentes no son declarados ESENCIALES, nadie discute a los trabajadores de la Salud o las fuerzas de Seguridad como tales, pero no son los docentes tan esenciales como los transportistas, los trabajadores de los supermercados o verdulerías por citar solo algunos. Claro, habrá que resguardar al personal docente y no docente considerado de riesgo, porque son justamente ellos quienes pueden padecer esta pandemia, ya quedó demostrada la casi nula afectación en menores con edad de escolaridad primaria e inicial.
En Secundarias y Universidades habrá que apelar a medidas más restrictivas, acompañadas de la conciencia social de quienes asistan a las aulas, en el caso de las universidades mayores de 18 años y por tanto responsables de sí mismo.
Para finalizar esta primera idea y abrir el debate en nuestra ciudad los invito a responder y generar intercambio de ideas, no sin antes mencionar algo que hasta acá parece TABÚ, el famoso "costo político" que tendrá que tomar la dirigencia política, algo que, sí ya era secundario, hoy debería ser irrelevante frente a los resultados que muestran a nuestro país entre los primeros, en cuanto a infectados, del mundo.
Pedro Torres Guerrero
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